Me disculpan la expresion pero...
Que hijueputa montón de capítulos he escrito XD!!!
Ya gracias.
Pero si, resulto ser mas de lo que alguna vez pensé que llegaría a escribir. O sea, si tenia una idea de la historia cuando comencé a escribir, pero en mi mente era algo como "Azaref lo matan, lo hacen demonio, llega a la ciudad, pelea con Abharos, Arranca el Arca de Gabriel..." ven, algo sencillo... iba a estar sabiendo que terminaria escribiendo un montón de cosas extras que jamas pensé originalmente.
Y no es relleno, para nada, pero en el momento que escribió el capitulo 0 hace 2 años son cosas que no había pensado. La historia de Celisthia por ejemplo.
Pero en fin, hoy les dejo este capitulo, que por cierto descubrí que Barook es de publicación mensual :P, y que esta bastante largo, así que ahí les rinde bastante. Disfruten y comenten. Ciao...
"Si el alma es la esencia de una persona, todos sus recuerdos, su personalidad, gustos y disgustos se encontrarían almacenados en ella.
Un cuerpo no es mas que un frasco el cual almacena esta esencia, el jugo que compone el alma. Por consiguiente, al cambiar el contenido de un frasco, todo en el ha cambiado, pero para el ojo que solo observa, seria siendo el mismo contenido, ya que no puede ver mas allá del envase."
Sangre, mucha sangre...
Sangre que cae en mi mejilla, que mancha mi ropa, que llena el filo de mi espada y sangre que ensucia el suelo por el que camino. Sangre que proviene de Abharos.
Sigo incapaz de moverme, de poder tomar una acción en esta cruel lucha por la cual vine aquí.
Mi cuerpo sigue atacando a Abharos, el cual cada vez es mas lento, cada segundo que pasa pone su cuerpo mas hacia el borde...
Su rostro refleja cansancio, puedo ver varias heridas en todo su cuerpo, desde orificios creados por flechas, hasta cortadas de mi espada, moretones de golpes hechos con un maso... su cuerpo es un desastre... sin embargo sigue de pie, sigue luchando. Su mirada por mas cansada demuestra determinación, buscando una oportunidad, una salida... debo decir que es admirable su voluntad incansable... aunque la batalla este casi terminada.
El humo negro sigue rodeando mi brazo, y sigue quemando a cada minuto que pasa... siento que ese mismo humo va a terminar quemando mi alma en cualquier momento.
"Cuando te vas a rendir criatura inferior?, la victoria es demasiado obvia hasta para alguien como tu! no crees que es tiempo de dormir, de ir a casa y besar a mami y papi en el infierno donde te esperan?" esclaman mis labios, la sonrisa se mantiene en mi rostro el cual disfruta cada palabra que dice.
Abharos no parece importarle mucho tal ataque, sin pensarlo mucho le dice "Me parece divertido que un supuesto ángel crea en el infierno, eres demasiado ingenua para creer en un cuento de niños como ese..."
Puedo sentir como mi otro yo, el que se encarga de controlar mi cuerpo se enoja, y sin dudar se lanza a atacarlo. Una patada directamente a su rostro, cortes con la espada, y finalmente un golpe fuerte el cual lo arroja contra el suelo.
Mi otro yo descansa, mientras observa como Abharos se incorpora una vez mas. Con mas dolor, mas cansancio, dando un paso a la vez, hasta estar de pie nuevamente. Con una mano en su estomago, probablemente evitando el sangrado en una de sus tantas heridas, me vuelve a ver y ríe... como si nada hubiese pasado.
"Jamas pensé ver a Abharos en tal forma... algo ha cambiado entre el monstruo inhumano que conocí, y este Abharos que esta frente a nosotros..."
Son las palabras de Celisthia que resuenan en mi mente, trato de hablarle, pero ningún sonido sale de mi boca, sin embargo ella es capaz de comprenderlo...
"Justo como crees, soy capaz de ver lo mismo que tu, sentir lo mismo que tu, y puedo saber que piensas, así como tu puedes sentir que estoy pensando.
Como te dije, estoy junto a ti, mi alma es parte de este cuerpo, junto con el alma de él, de ese ser que ahora esta controlando nuestras acciones."
Alma, lo que somos, lo único que perdura después de la muerte... Pero pensé que solo existía un alma por cuerpo? como es posible que hayan 3 en el mio?
"En realidad, en este cuerpo solo hay 2 almas, o así lo fue en un principio..."
Fue tan solo unas horas después de haberlo visto... La ultima vez que vi a Azaref..
Luego de despedirme, me teletransporte lejos de ahí, a una aldea en una isla a lo lejos donde sentía que mucha gente se encontraba sufriendo.
Mi vida consistía en que cada vez que sentía el sufrimiento de alguien debía ver que lo causaba, si esto era justo o no, y una vez que determinaba esto, ayudar a la persona. Era sumamente simple, pero era lo que me hacia feliz.
Desplegué mis alas blancas y comencé a sobre volar la zona. El pueblo era bastante pequeño en computación con las ciudades a las que estaba acostumbrada del reino del norte, así que no pensé que me tomaría mucho encontrar el causante de todo esto.
Lamentablemente jamas pensé llegar a ver lo que lo causaba.
Con una sonrisa en su rostro, con su sable lleno de sangre, Abharos se encontraba en el centro de la villa, a su alrededor todas las personas de la misma se encontraban muertas a sus pies, el solo reía, y me miraba... esa mirada fría, muerta... la cual me dejo en claro que me estaba esperando.
-"Te tomo mucho tiempo en venir, deduzco que estabas con ese demonio no?"
-"El no es culpable de nada!, es simplemente un culpable de las circunstancias..."
-"Si claro... al igual que todas estas personas, ellos eran inocentes, simplemente tienen la culpa de que eran la perfecta carnada para traerte aquí"
Abharos comenzó a acercarse, su mirada penetraba en mi alma, y comenzaba a quemarme conforme se acercaba. Podía sentir su odio hacia mi, pero mas que todo su odio hacia Azaref, el cual yo lograba recordarle.
-"Sabes... esto no es mi idea, aunque no puedo negar que disfrute haciéndolo... Padre hablo, y llego a la conclusión que eres una traidora, ayudaste a un demonio, cuya existencia claramente desafía las leyes de la vida creadas por padre"
-"Cuales leyes?!?!, la vida como tal no existe, es solo el ciclo eterno de reencarnación... es imposible que el haya violado eso, el simplemente... no murió, y además la culpa fue de esos humanos... y tu ya los mataste a todos..."
-"No es tan sencillo ingenua... el ahora es un ser inmortal, no duerme, no come, va en contra de todas las criaturas creadas por padre!"
En ese instante, le mande un golpe a Abharos, con mi mano abierta a su mejilla. Ahora que lo pienso tal vez no fue lo mejor, pero no podría contener mas todo el odio y enojo que sentía en ese momento.
-"Creadas? Padre no es capaz de crear vida, nadie lo es! tu sabes eso tan bien como yo, todo esto es un juego para ti!! solo una forma mas de asesinar y tu lo sabes!"
Abharos toca su mejilla por un momento, y después se lanza contra mi, agarra mi muñeca con su mano, y con la otra coloca su espada en mi cuello.
-"Asesinar?, TU CREES QUE SOY UN ASESINO? llevo años destruyendo estas abominaciones a la vida creadas por el hombre!, tu creerás que conoces al ser humano solo por que los vez día a día luchando para enfrentar al mundo, pero no vez que ellos son los propios culpables de todos sus problemas?
Día a día crean mas guerra. mas hambruna, matan a sus seres queridos... incluso crean demonios que después los matan!!! no se por que padre mantiene tales criaturas con vida, pero yo hice un pacto con el, y ese fue el mantener la Justicia en este mundo, y eso haré... eso haré justo ahora!!
Celisthia, con el poder otorgado por padre y basado en tus ultimas acciones de declaro culpable de traición al ayudar una criatura que va en contra de las Leyes de nuestro padre!, Alguna ultima palabra?"
"Padre jamas juzgaría a un ser vivo, por algo de lo que no es culpable!" fueron mis ultimas palabras, fue lo que pensaba, lo que me hacia ignorar todas las cosas equivocadas que había visto en los últimos años, pero sin embargo, resulto que mi Juez y mi verdugo fueron Abharos... y no pensaba igual que yo...
-"... Entonces no conoces a padre lo suficiente niña..."
Fue lo ultimo que escuche, antes de que cortara mi cabeza... y perdiera la conciencia.
... No se cuanto tiempo habrá pasado, pero recuerdo que tiempo después desperté... Me encontraba en una de las habitaciones del salón real. El lugar donde padre habita y es rodeado por ángeles igual a mi. Sin embargo, a diferencia de Abharos o yo, los ángeles que aquí habitan nunca se van de aqui, ellos solo existen para servir a padre, he investigar la vida como tal. Nunca descansan, nunca hacen lo que ellos quieren, solo cumplen sus deseos por toda la eternidad, es el regalo a quienes lograron ser excepcionalmente bueno en su vida... la vida eterna... pero bajo que costo...
Por mi parte no estaba en mi cuerpo, estaba en un cuerpo femenino, de larga cabellera negra, frente a mi estaba uno de los Ángeles encargados de los estudios de la Vida. Comenzó a explicarme que este era un experimento de padre, que necesitaban cierta información que estaba en mi mente, pero que padre no confiaba en mi, así que decidió en mezclar mi alma con otra para que esta segunda alma absorbiera todo el conocimiento que yo tenia y lo pudiese usar en una misión...
Esa misión era la de Matar a Abharos.
"De quien es la otra alma?" le pregunte a Celisthia, ella realmente no sabia. Recuerda que ese ángel le explico que no era un ángel como ellos, que era un ser similar a padre, el cual fue derrotado miles de años atrás. No saben su nombre, ni mucho menos su apariencia, tan solo que es una criatura del caos, que solo busca guerra y destrucción...
La criatura que actualmente esta usando mi cuerpo...
Por:Argen
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