24 mayo 2009

Barook Cap 32 - Avatar de Guerra



Ok, la vez anterior dije que en este iba a hablar del capitulo pasado, así que a eso voy.

Bueno, ya llegamos a el primer Objetivo de la historia por decirlo así. Hasta ahora todo se ha movido basado en esta idea, y a pesar de tener sus momentos apartados de la idea principal de "ir al norte" siempre ha sido la principal motivacion de Azaref.

Me alegra llegar a esta parte, por que ya ha pasado casi la mitad de la historia. Y en si aquí se pone mas interesante (aunque este mal que lo diga yo). Sobre la historia de Azaref, en si es en este capitulo donde ya se revela completamente la misma, pero no pueden decir que no esperaban que fuera algo triste. Si la historia comenzo con el asesinato de 3 viejos, no creerían que los motivos de nuestro héroe no estarían ligados con la muerte.

En fin, a partir de ahora van a ver notas directas de los capítulos antes del capitulo que le sigue, así que si quieren pueden hacer comentarios o preguntas en su respectiva entrada. (bueno a los 3 que leen XD). En si es todo, disfruten el respectivo a esta semana.

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-Vaya vaya, otra noche tranquila, ¿no?

-Si una noche aburrida como siempre- Conversaban dos hombres bajo la oscura noche. Por sus vestimentas parecían ser militares, u oficiales...

-Preferiría estar en los brazos de esa mujer que conocí en el bar el otro día, recuerdas que grandes eran sus...

-¡¡¡¡INCENDIO!!!!, preparen todo, ¡hay un incendio en la parte Suroeste del reino!- Interrumpió un tercer hombre antes de que el soldado dijese una vulgaridad. Con su oración incompleta ambos comenzaron a prepararse para el pequeño percance inesperado.

-Pues si, tenía un buen cuerpo, pero tú eres un hombre casado, deberías de dejar de pensar con esa cabeza y usar la grande y hueca que tienes acá arriba- Le respondió finalmente mientras ambos corrían en busca del incendio. Desde la calle se podía ver la gran luz que generaba, el encontrarlo sería relativamente fácil.

Por otra parte, Ashra se había aburrido de hablar con Azaref, y finalmente decidió en recurrir a su fuerza. Para ella no sería complicado levantarlo. Sin mucho trabajo lo tomó de un brazo y lo llevo hasta afuera. La capucha de Azaref se había comenzado a quemar así que fue necesario dejarla atrás.

-Mira niño, no sé qué pasó ahí, y no te lo voy a preguntar, incluso te voy a dar el derecho de no hurgar en tu mente en busca de respuestas, pero ¡levántate! No sé si lo notaste pero mi cuerpo no soporta mucho tiempo estando fuera de la daga, así que si no caminas me tocará dejarte aquí tirado y buscar que alguien más me cargue.

Azaref se aparto de Ashra, y comenzó a caminar, su mente estaba desordenada, así que aunque ella tratara de leerlo, no podría, tan solo encontraría un desorden de ideas que ni el mismo lograba acomodar. Ella lo llamaba, le gritaba. Pero en sus oídos sólo podía escuchar el sonido del fuego quemando su hogar. Entre tantos pensamientos confusos, Azaref recordó uno en específico, uno que siempre fue importante para él.

Él recordaba cuando era un niño, como su padre le contaba historias antes de dormir. Su favorita era el cuento del Héroe Azaref. Él era un soldado que provenía de los lugares más pobres. Como lucho contra muchos, y siempre salía intacto de sus batallas. Así logro ascender, casarse y tener una familia. Sin embargo, un día al regresar a su hogar, miles de demonios salieron del infierno, y comenzaron a destrozar su pueblo. Azaref lucho fuertemente, y logro proteger a su familia, sin embargo él murió antes de terminar la Batalla.

Dios vio la acción heroica que él hizo, así que lo convirtió en un ángel para que salvara a su familia. Desde ese día Azaref se convirtió en un símbolo de la justicia en el mundo. Y para él también fue así. Cuando creció se convirtió en un joven honorable que buscaba ayudar a los demás. No fue de extrañar que esto lo llevara al ejercito tarde o temprano. Donde con habilidades innatas pudo seguir los pasos de su héroe de leyenda.

Con los años conoció a su amada. Abisai era una mujer como él, alguien que también buscaba el ayudar a los demás. Y a pesar del mundo corrupto e hipócrita en que vivían, logro mantenerse fiel a sí misma, sin apartarse del camino correcto que ella había pensado tiempo atrás. Parecía una broma del destino, pero talvez era algo lógico que dos personas tan similares terminaran juntos. Él continuó ascendiendo en el ejercito, y ella continuaba esperándolo con brazos abiertos al llegar a casa.

Luego su hijo, el pequeño Abraham. Con sólo verlo podía recordar su infancia, y sabía que el seguiría su legado. Él podría ser un líder para el mundo, o un gran viajero, las posibilidades eran infinitas. Pero primero debía terminar esta horrible guerra.

Luchó como nadie más, mató a más soldados que nadie más. Se convirtió no solo en el mejor soldado, sino que en todo un símbolo para el ejercito, para sus hombres y para el reino. A él no le gustaba ver el avatar de guerra en que se había convertido, pero para el reino él era la nueva celebridad, el nuevo Mesías, y si esto era lo necesario para que todo terminara, estaría dispuesto a serlo.

Su suerte lamentablemente se terminó, un día mientras regresaba a casa, varios enemigos del sur lo siguieron hasta su hogar. Sabiendo el peso moral que su muerte significaría, planearon sigilosamente como eliminarlo. Él entro, abrazó a su hijo, besó a su mujer. Los tres cenaron, hablaron un poco mientras su hijo jugaba. Pasó una hora y todos fueron a dormir. Mientras ella lo abrazaba dormida, él seguía pensando en la guerra. Hasta que su hijo entró corriendo a su cuarto, había tenido una pesadilla, él lo abrazó, y lo acostó mientras iba por un vaso de agua para él.

Mientras veía como el vaso se llenaba, los soldados enemigos entraron destruyendo la puerta. Azaref soltó el vaso y mientras las gotas de agua caían lentamente, él corrió a su habitación a defender su familia. Tomó una espada, y espero en la puerta, pero ellos no fueron quienes las atravesaron, sino sus lanzas...

Una atravesó su estomago, y mientras la cortaba y se volvía, vio como en las paredes otras más hacían lo mismo. En momentos él salió y comenzó a batallar con ellos, pero los números no lo favorecían...

Cortó las cabezas de varios, pero los enemigos seguían llegando, y cada vez más lanzas lo atravesaban, hasta que su cuerpo no pudo más y cayó al suelo.

La sangre comenzaba a nublar su mirada, mientras él gritaba por ayuda, gritaba que su familia escapara, o sólo gritaba. Llegó un momento en que no pudo gritar más, no podía sentir su cuerpo, ni su espada. Lo último que pensó en ese momento fue en la vieja leyenda, esperando que él mismo dios misericordioso que le permitió a su héroe legendario defender a los suyos fuera igual de misericordioso con él. Pero no fue así, por más que él lo deseaba, por más que gritaba, por más que las lágrimas se mezclaban con su propia sangre, el milagro nunca ocurrió...

El sólo pedía poder, poder para defenderlos. No le importó perderse completamente ante un deseo tan egoísta, mientras los pudiese salvar. Finalmente soñó que el ejercito salvaba a su familia, y este fue el ultimo pensamiento que se quedo en su mente cuando aun era humano...

-Yo sólo esperaba, que alguien salvara a mi familia, mi vida nunca me importó, sólo ellos, sólo ellos...

Dijo Azaref, con sus manos llenas de sangre, con el cuerpo de los soldados que corrían a apagar el incendio a sus pies. Fue el pensamiento racional dentro de un demonio irracional que quemó una casa y mató a varios soldados, o al menos eso sería lo que los ciudadanos que vieron lo que pasó pensaron por el resto de sus vidas...





Por:Argen

1 Opiniones:

Nekomalia dijo...

este capitulo T-T (yo ya sabía lo de abharos hoho) pocito azaref!!!

Al fin se ve que no son tan diferentes, no? ;)

en serio quiero saber hacia va todo esto :P

y vdd que abharos no sabe que Rué se nombró Azaref oO?

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